En un movimiento hacia la sostenibilidad y la reducción de la contaminación en Madrid, la Junta de Gobierno ha aprobado la ampliación de fondos por 4 millones de euros para la convocatoria de ayudas Cambia 360 de 2024. Este programa, diseñado para fomentar la adquisición de vehículos particulares de bajas o nulas emisiones, ya contaba inicialmente con un presupuesto de 10 millones de euros. Sin embargo, la demanda ha sido tan alta que el gobierno municipal ha decidido incrementar el crédito disponible para atender las numerosas solicitudes pendientes.
Desde el lanzamiento del Plan de Ayudas Cambia 360 en 2020, el Ayuntamiento de Madrid ha destinado 107,5 millones de euros para diversas iniciativas de movilidad sostenible. Dentro de este marco, el 44,5% de los fondos ha sido específicamente orientado a la compra de vehículos particulares más ecológicos. Este esfuerzo se traduce en 47,8 millones de euros distribuidos desde 2021 hasta 2024, subrayando el compromiso del municipio con la transición hacia una flota vehicular más limpia.
El impacto del programa ha sido significativo, facilitando la adquisición de 9.446 vehículos nuevos desde 2021. De estos, el 79% son de categoría ECO, el 15% son de cero emisiones, y el 6% corresponden a la clasificación ambiental C. Adicionalmente, la estrategia ha contribuido al retiro de 1.366 vehículos con clasificación ambiental A, los más perjudiciales para el entorno, incentivando así un cambio hacia opciones de transporte más sostenibles.
La edición de 2024 ha introducido cambios notables en los incentivos económicos, alentando particularmente el desguace de vehículos antiguos. Mientras que las ayudas base para nuevos vehículos disminuyen, los incentivos adicionales por desguace han aumentado, potenciando así las prácticas de reciclaje y minimizando las emisiones contaminantes. Además, se ofrecen incrementos adicionales del 10% para familias numerosas y personas con discapacidad que adquieran vehículos adaptados.
Madrid 360, lanzado en 2019 como el gran plan de sostenibilidad de la ciudad, ha sido clave en el establecimiento de estas y otras medidas. Bajo este plan, Madrid ha avanzado en convertir toda la ciudad en una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) y ha establecido áreas de especial protección. También ha promovido la eliminación de calderas de carbón y ha avanzado hacia una gestión de transporte más ecológica y eficiente.
Estos esfuerzos no solo han permitido cumplir con las directrices de calidad del aire de la Unión Europea en 2022 y 2023 —después de más de una década de incumplimiento— sino que también han reducido los niveles de dióxido de nitrógeno a mínimos históricos. Esta serie de políticas apunta a mantener a Madrid en el camino hacia un futuro más limpio y saludable, cumpliendo con las expectativas europeas y locales de sostenibilidad ambiental.
