América Latina y el Caribe, junto con los Estados del Golfo, están forjando una prometedora alianza que busca reforzar su presencia en el escenario económico global mediante la creación de un Comité de Inversiones conjunto. Este esfuerzo, anunciado durante la Cumbre de Financiación al Desarrollo de la ONU en Sevilla, involucra a la CAF, el Grupo de Coordinación Árabe y el Fondo de Desarrollo Internacional de la OPEP. La colaboración se centra en el desarrollo sostenible, la transición energética y la digitalización, generando oportunidades para ambos bloques en un contexto internacional cada vez más polarizado. La iniciativa no solo responde a necesidades económicas compartidas, sino que también tiene profundas implicaciones geopolíticas, destacando la importancia de la cooperación Sur-Sur.
Tradicionalmente, la relación entre estas regiones se basaba en el intercambio de materias primas, pero el contexto global actual ha motivado a explorar sinergias más profundas. América Latina, rica en recursos naturales, se posiciona como un actor clave en seguridad alimentaria y transición energética. Por su parte, los Estados del Golfo están diversificando sus economías, invirtiendo en energías renovables y tecnología. Las inversiones en infraestructura logística y la creación de centros de datos verdes figuran entre las principales áreas de interés, mientras que los intercambios tecnológicos pueden acelerar la transformación de las economías latinoamericanas. Este esfuerzo conjunto no solo tiene potencial económico, sino que también refuerza la posición geopolítica de ambas regiones, mostrando su capacidad de liderar en energías renovables y digitalización en el escenario internacional.
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