El crimen organizado y la violencia en América Latina representan un grave obstáculo para el desarrollo, debilitando los Estados y aumentando costos económicos. La Cumbre Latinoamericana de Seguridad, inaugurada en Guayaquil, Ecuador, donde se concentran altos índices de homicidios, busca enfrentar esta amenaza mediante una alianza regional impulsada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). La estrategia se enfoca en limitar la influencia del crimen organizado en poblaciones vulnerables, fortalecer instituciones estatales y suprimir flujos financieros delictivos. Varias naciones, incluyendo Argentina y Brasil, se sumarán a esta Alianza, con Ecuador asumiendo la primera presidencia. Además, se anunció una colaboración con el Banco Mundial y CAF para mejorar las políticas públicas contra el crimen transnacional. La cumbre concluye el 20 de agosto, abordando estrategias de prevención y fortalecimiento comunitario.
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