Este lunes inició el juicio por revelación de secretos contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, en el Tribunal Supremo. El fiscal ha negado su implicación en los delitos imputados y su defensa ha cuestionado la legalidad del procedimiento dirigido por el juez del Supremo, Ángel Hurtado. El equipo legal de García Ortiz insiste en la nulidad de la declaración de secreto de las actuaciones y otros autos relacionados. A su llegada al tribunal, García Ortiz fue recibido por un grupo de personas que le mostraron apoyo con aplausos y vítores de ánimo. La misma muestra de respaldo se repitió cuando salió después de prestar su declaración ante la sala.
Consuelo Castro, abogada defensora de García Ortiz, ha denunciado que el proceso al que se enfrenta el fiscal general es “injusto”. Argumenta que sus derechos han sido vulnerados y que la investigación se centró injustamente en él, ignorando otras posibles líneas de investigación. Por otro lado, el fiscal Julián Salto, involucrado en el caso de Alberto González Amador, defendió la solicitud de información por parte de sus superiores como una práctica legal y normal, dado el interés mediático del caso. Salto subrayó que, según el reglamento del ministerio público, los fiscales deben informar a sus superiores sobre asuntos de relevancia especial.
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