A medida que la guerra en Gaza entra en su noveno mes, el ejército israelí, a través de su portavoz Daniel Hagari, ha admitido que erradicar a Hamás es un objetivo inalcanzable, desafiando así la retórica del primer ministro Benjamín Netanyahu que insiste en la destrucción total de las capacidades militares y organizativas del grupo islamista. Esta fricción entre la cúpula militar y el gobierno se ha intensificado, evidenciada en recientes desacuerdos sobre las tácticas y objetivos de la guerra. Mientras el ejército declara su compromiso con la lucha contra Hamás, también reconoce que la idea de extinguir por completo a la organización es errónea y requiere una solución política para abordar su arraigo en la población gazatí.
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