En un encuentro destinado a abordar la movilidad en el área afectada por las obras de soterramiento, las autoridades locales y representantes de transporte se reunieron recientemente para ajustar enfoques y estrategias. Durante la reunión, quedaron evidentes las discrepancias entre las posturas respecto a la gratuidad de la autopista R-5 y el refuerzo de la infraestructura ferroviaria. Mientras algunos abogaron por liberar de peajes la R-5 para facilitar el tráfico vehicular y reducir las congestiones durante las obras, otros argumentaron que una medida de este tipo podría desincentivar el uso del transporte público y agravar la calidad del aire de la región.
Por otro lado, el intercambio resaltó la necesidad de un refuerzo ferroviario que pueda responder de manera eficiente al incremento de usuarios, aunque no todos coincidieron en la manera de implementar estas mejoras. Se plantearon ideas que van desde la ampliación de servicios hasta la mejora de la frecuencia, lo que requiere un acuerdo en la asignación de recursos y logística. A pesar de las divergencias, las autoridades se comprometieron a continuar el diálogo para lograr una resolución que minimice el impacto de las obras, priorizando tanto la sostenibilidad como la eficiencia en el transporte.
Leer noticia completa en El Mundo.