El Ayuntamiento de Madrid ha asignado una partida de dos millones de euros en los presupuestos para la instalación de dispositivos innovadores en dos parques emblemáticos de la ciudad, el Parque Calero y el Parque Pradolongo, así como en la calle Cullera. Esta iniciativa forma parte de un esfuerzo más amplio para modernizar los espacios públicos y hacerlos más accesibles y sostenibles para los ciudadanos. Las mejoras incluyen la incorporación de tecnologías avanzadas que buscan aumentar la seguridad, mejorar la gestión de residuos y optimizar el consumo energético en estas áreas.
La intervención en estos lugares responde a una demanda creciente de los vecinos por espacios públicos mejorados y adaptados a las necesidades contemporáneas. Según representantes del gobierno municipal, la iniciativa no solo busca embellecer y actualizar estos sitios, sino también fomentar una mayor participación comunitaria y crear entornos más saludables. Con estas acciones, Madrid sigue apostando por un modelo de ciudad inteligente y sostenible, alineándose con las tendencias globales de urbanismo moderno que buscan integrar la tecnología para mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
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