En un evento lleno de emoción y orgullo futbolístico, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha sido el anfitrión del trofeo del Mundial de Clubes de la FIFA en el emblemático Palacio de Cibeles. Esta prestigiosa competición se celebrará por primera vez en Estados Unidos del 15 de junio al 13 de julio, y contará con la participación de 32 equipos de todo el mundo, incluidos los dos gigantes madrileños: el Real Madrid y el Atlético de Madrid.
Durante el encuentro, Martínez-Almeida elogió a la capital española como «una de las grandes capitales mundiales del fútbol», resaltando los valores que la ciudad representa en este deporte. «Nos podemos sentir orgullosos como ciudad de los valores que representamos en el deporte y especialmente en el fútbol», declaró el alcalde. Asimismo, aseguró que el nuevo formato del torneo “va a entusiasmar a todos los aficionados” y expresó su agradecimiento a la FIFA por permitir que el trofeo sea exhibido en Madrid. «Esperamos recibirlo de manera definitiva a finales del mes de julio», añadió, visiblemente emocionado.
El trofeo del Mundial de Clubes de la FIFA está realizando una gira que comenzó el pasado 17 de enero, recorriendo las ciudades de los equipos participantes. La lista de contendientes incluye a los recientes ganadores de la UEFA Champions League: Chelsea (2021), Manchester City (2023), y el propio Real Madrid (2022 y 2024). Además, se suman a la pugna los equipos más destacados que no lograron el título europeo en este período, como el Bayern Múnich, PSG, Borussia Dortmund, Inter de Milán, y el Atlético de Madrid, entre otros.
La competición reunirá a una rica diversidad de equipos: seis sudamericanos, cuatro asiáticos, cuatro africanos, cuatro de Norte y Centroamérica, uno de Oceanía, doce europeos, y uno de Estados Unidos, quien actúa como anfitrión del evento. Esta amplia representación subraya la multiculturalidad del fútbol y abre la puerta a una emocionante serie de enfrentamientos en el más alto nivel del torneo internacional.
Con Madrid siendo una de las pocas ciudades representadas por más de un equipo, en paralelo con Río de Janeiro y Buenos Aires, la expectación aumenta entre los aficionados madrileños, que sueñan con ver alzarse el trofeo en julio. Así, la capital española reafirma su papel como un bastión del fútbol mundial, apostando por una competición que promete emociones únicas en cada encuentro.