La Comunidad de Madrid ha implementado un nuevo tributo ecológico basado en el principio de «quien contamina, paga». Esta medida busca responsabilizar a las empresas e individuos que generan un impacto medioambiental negativo, incentivándolos a reducir sus emisiones de contaminantes. El tributo se enmarca dentro de un esfuerzo más amplio por parte del gobierno regional para promover la sostenibilidad y combatir el cambio climático, alineándose con directrices internacionales en materia de protección ambiental.
Las autoridades esperan que esta iniciativa no solo ayude a disminuir la contaminación, sino que también genere recursos económicos que se destinarán a proyectos de recuperación ambiental y tecnologías limpias. La reacción de los sectores industriales ha sido variada; mientras algunos apoyan la medida por considerarla un paso necesario hacia un modelo más sostenible, otros manifiestan preocupación por el posible impacto económico y el aumento de costos operativos. La administración regional se ha comprometido a trabajar de la mano con los afectados para asegurar una transición justa.
Leer noticia completa en El Mundo.


