El Ayuntamiento de Madrid ha planteado una nueva fórmula para determinar el importe de la tasa de basuras que se cobrará a los residentes en 2024. Según el proyecto, el cálculo del impuesto se basará en un 81% en el valor catastral de las propiedades, mientras que el 19% restante se calculará a partir de un estudio específico sobre la recogida de basura en cada barrio de la ciudad. Esta metodología busca adaptar la tasa a la realidad urbana, considerando tanto el valor de los inmuebles como la cantidad de residuos generados en distintas zonas, con el objetivo de distribuir de manera más equitativa la carga financiera entre los vecinos.
Este cambio surge en respuesta a las críticas recibidas por la fórmula anterior, que algunos consideraban injusta al no reflejar adecuadamente el uso de los servicios de recogida de residuos. Este ajuste intenta mitigar las diferencias entre barrios con distintos niveles de generación de basura, promoviendo además una gestión de residuos más eficiente y acorde a la producción real de cada área. Las autoridades municipales esperan que el nuevo sistema facilite una distribución más justa y sostenible de la tasa, incentivando al mismo tiempo una mayor conciencia ambiental entre los ciudadanos. La propuesta todavía está sujeta a discusión pública antes de su implementación definitiva.
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