Florida ha comenzado la construcción de un nuevo centro de detención para inmigrantes, una medida enmarcada dentro del plan de deportaciones masivas prometido por el presidente Donald Trump. Este centro, apodado ‘Alligator Alcatraz’ por el fiscal general del estado, James Uthmeier, se ubicará en un antiguo aeropuerto cerca de los Everglades y tendrá capacidad para albergar a 5,000 migrantes. Las autoridades estatales argumentan que esta instalación será económica y eficiente, aprovechando la presencia de caimanes y pitones como parte de su seguridad.
A pesar de la controversia que rodea las condiciones de detención en otras instalaciones, el gobernador Ron DeSantis ha defendido el proyecto como una solución a la saturación en los centros existentes. La Casa Blanca impulsa un robusto operativo de arrestos, con el objetivo de deportar a más de un millón de migrantes a países de América Latina y otros continentes. Aunque se promete un debido proceso legal para los detenidos, la administración enfrenta críticas sobre el cumplimiento de los derechos humanos y la legalidad de las políticas migratorias implementadas.
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