Las grandes empresas tecnológicas han sacudido el panorama empresarial con movimientos estratégicos que han establecido inéditos cruces accionariales. OpenAI, en el centro de estas operaciones, ha protagonizado acuerdos multimillonarios con AMD y Nvidia, valorados en miles de millones de dólares, para el suministro y desarrollo de microprocesadores de última generación. Estos acuerdos han posicionado a OpenAI como una de las start-ups más valiosas del mundo, superando incluso a SpaceX. La transacción con AMD permitirá a OpenAI convertirse en el principal accionista de la firma de chips, mientras que la colaboración con Nvidia ha reforzado su proyección en el sector de la inteligencia artificial y los chips.
Por su parte, Nvidia no solo ha invertido en OpenAI, sino también en su rival Intel, contribuyendo a su reestructuración financiera. Estas inversiones se enmarcan en un contexto de especulaciones sobre una nueva burbuja tecnológica. Además, el Gobierno de Estados Unidos y grandes fondos de inversión, como SoftBank, han mostrado interés en participar en Intel. Paralelamente, la Administración Trump ha facilitado la compra de TikTok USA por parte de empresas estadounidenses, destacando la influencia de Oracle y otros inversores. Aunque el mercado ha respondido con entusiasmo, el reto será que las compañías mantengan el crecimiento esperado.
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