El Ayuntamiento de Madrid ha firmado un protocolo de colaboración con el Colegio de Registradores de la Propiedad, Mercantiles y Bienes Muebles de España para impulsar el Plan Regenera Madrid. Este programa municipal busca la regeneración urbana sostenible en áreas residenciales consolidadas antes de 1985.
La firma del acuerdo, realizada en la sede del Colegio de Registradores, fue llevada a cabo por Álvaro González, delegado de Políticas de Vivienda, y Belén Merino, decana territorial del Colegio de Registradores de Madrid. Este convenio sienta las bases para una colaboración institucional que permitirá la regularización registral de los suelos de espacios públicos, esencial para poder intervenir en ellos.
El Plan Regenera Madrid tiene el objetivo de actuar sobre más de 85 km², beneficiando a 1,2 millones de viviendas y aproximadamente 2,6 millones de madrileños. «Gracias a este acuerdo con los registradores, damos un paso más para desbloquear una intervención histórica en los espacios interbloques de nuestros barrios», comentó González.
El Decanato de los Registradores de Madrid se compromete a colaborar técnica y jurídicamente con el Ayuntamiento. Los registradores facilitarán los trabajos necesarios para la ejecución del plan, identificando los registros afectados y promoviendo la coordinación directa con los equipos técnicos municipales. La colaboración incluirá apoyo en los estudios de titularidad y la promoción de buenas prácticas urbanísticas.
El protocolo establece una colaboración, no obligatoria, en dos fases: un análisis de las titularidades y su delimitación jurídica, seguido por la inscripción registral una vez aprobados los instrumentos de planeamiento urbanístico.
De especial interés para el Ayuntamiento son los espacios interbloques construidos entre los años 50 y 85, donde la falta de definición jurídica ha impedido acciones municipales. González señaló que, gracias al compromiso del Colegio de Registradores, se podrá avanzar en una reordenación efectiva y segura, mejorando el entorno urbano para los vecinos.
Ambas instituciones planean compartir buenas prácticas y soluciones técnicas, además de establecer mecanismos de comunicación estables. Este protocolo reafirma el compromiso conjunto con la transformación urbana y la mejora del espacio público, buscando elevar la calidad de vida y dotar de mayor seguridad jurídica a los ciudadanos de Madrid.