El líder supremo de Irán, Alí Jamenei, rompió su prolongado silencio de cinco años al reaparecer en público este viernes, durante una concurrida oración en Teherán, empuñando un rifle de fabricación rusa. En su discurso, que coincidió con las recientes tensiones en Oriente Próximo, Jamenei calificó como «legítimos» los ataques perpetrados por los grupos armados palestinos Hamás y la Guardia Revolucionaria iraní contra Israel, defendiendo el derecho de las naciones a protegerse ante agresiones externas. El ayatolá utilizó la plataforma para reafirmar la unidad y el deber de los musulmanes en defender causas comunes frente a lo que describe como un enemigo compartido en la región.
Con palabras contundentes, Jamenei exaltó la figura del fallecido líder de Hezbolá, Hasán Nasralá, y lanzó un llamamiento a los países musulmanes para que mantengan los ojos abiertos frente a las tácticas supuestamente imperialistas de naciones occidentales, a las que acusó de utilizar a Israel como herramienta para implementar sus políticas estratégicas en Oriente Medio. Enfatizó que no dudarán en cumplir con su deber de enfrentarse a la amenaza, al tiempo que abogó por el derecho del pueblo palestino a decidir su propio destino. Esta reaparición pública, marcada por un lenguaje belicista, es interpretada por analistas como un mensaje de desafío y resistencia hacia los intereses occidentales y sus aliados en la región.
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