Alfredo Carrasco, un joven chileno apasionado por la agricultura y el descenso en bicicleta, enfrentó un cambio drástico en su vida en 2017, cuando quedó parapléjico tras un accidente en una competencia. Este suceso, junto con la muerte de su hermana poco antes, marcó un «comienzo de año negro». Sin embargo, Carrasco usó su determinación para encontrar nuevas formas de conectarse con la tierra. Tras dos años de rehabilitación, se dedicó a buscar una forma de regresar al campo sin las limitaciones que su discapacidad pudiera imponer. Así, en 2019, creó FarmHability, una empresa innovadora que no solo produce hortalizas, sino que también fomenta la inclusión laboral de personas con discapacidad en zonas rurales. Este proyecto, nacido del dolor y la resiliencia, busca ofrecer herramientas prácticas para promover la autonomía laboral en contextos rurales.
FarmHability se ha dado a conocer como un modelo inclusivo único en Chile, al integrar producción agrícola con educación, formación, y turismo inclusivo. Carrasco ha trabajado con Inacap para desarrollar vehículos agrícolas adaptados y ha creado alianzas que permiten a su empresa vender productos en cadenas como Cugat. Además, su proyecto ha marcado un punto de inflexión en la inclusión rural, al despertar el interés del sector agrícola en involucrar a personas con discapacidad. A través de entrevistas y talleres, ha visibilizado la necesidad de cambiar las percepciones sobre la capacidad laboral de las personas con discapacidad. Pese a los avances, Carrasco aboga por regulaciones más efectivas y apoyo estatal para fomentar una verdadera inserción laboral inclusiva en el campo. Con sus aportes, Carrasco no solo desafía las barreras físicas, sino que también inspira una nueva visión de la agricultura y la inclusión social.
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