El presidente de Galicia ha defendido su decisión de no destituir inmediatamente a un alto funcionario tras la denuncia presentada por la modelo Paloma Lago. Según el mandatario, se optó por esperar a que llegara la primera resolución judicial para tomar una decisión fundamentada, considerando que las acciones precipitadas podrían haber sido injustas sin el respaldo de una sentencia inicial. Esta postura ha generado debate, ya que algunos sectores consideran que se debería haber actuado con mayor celeridad ante la gravedad de las acusaciones.
El caso generó un notable revuelo en la opinión pública, impulsando discusiones sobre la responsabilidad de los líderes políticos al manejar denuncias de alto perfil. La espera de un fallo judicial antes de proceder con sanciones se presenta, según el mandatario, como un acto de prudencia y respeto por el proceso legal. Sin embargo, críticos advierten que tal enfoque podría enviar un mensaje de falta de acción ante denuncias serias, subrayando la importancia de equilibrio entre la justicia y la responsabilidad política.
Leer noticia completa en El Mundo.