El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, participó en la comisión de investigación del Parlamento de Galicia sobre la contratación pública durante la pandemia, un proceso impulsado por el Bloque Nacionalista Galego (BNG). Durante su intervención, Rueda desvió las preguntas directas de la líder del BNG, Ana Pontón, centrando su discurso en las «toxicidades» de la política estatal y calificado la comisión como un intento de «difamación» más que de esclarecimiento. A pesar de su retórica defensiva, Rueda insistió en que las decisiones de contratación se hicieron de manera «transparente» y «colegiada», aunque evitó profundizar en las acusaciones concretas relacionadas con contratos presuntamente adjudicados a empresas vinculadas a familiares de Alberto Núñez Feijóo.
El eje de la polémica gira en torno a contratos por siete millones de euros adjudicados a dedo desde 2018 a Eulen, empresa dirigida por la hermana de Feijóo en la región, además del sobreprecio de 470 millones de euros en la construcción del Hospital de Vigo. A pesar de la negativa del Partido Popular, la investigación avanzó a principios de noviembre, aunque los populares bloquearon la comparecencia de Feijóo, exigiendo explicaciones por su rol en estas adjudicaciones cuando era presidente de la Xunta. Durante el debate, Pontón acusó a Rueda de «silencio cómplice», al no poder responder a las diez preguntas formuladas, resaltando así las presuntas irregularidades en las contrataciones vinculadas al Partido Popular durante su mandato en Galicia.
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