Seis pacientes que se sometieron a trasplantes de órganos en Río de Janeiro, Brasil, se han encontrado con que, en lugar de recibir una nueva oportunidad de vida, fueron infectados con el VIH. La grave situación se produjo porque los órganos trasplantados, provenientes de dos donantes seropositivos, no fueron correctamente identificados como infectados antes del procedimiento quirúrgico. El fallo está vinculado al laboratorio privado PCS Lab, que había sido subcontratado por la sanidad pública para realizar las pruebas de detección del virus en los órganos donados. Este incidente, calificado de «inadmisible» y «sin precedentes» por la secretaria de Salud de Río de Janeiro, Cláudia Mello, ha llevado al cierre cautelar del laboratorio tras descubrirse múltiples irregularidades durante una inspección por parte de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria de Brasil.
El escándalo cobra mayor relevancia al tratarse del primer caso de este tipo en Brasil en más de 60 años de historia de trasplantes en el país. De las ocho personas que recibieron órganos de los dos donantes infectados, seis han dado positivo en VIH, una falleció a causas aún desconocidas, y solo una, que recibió una córnea, ha resultado negativa, posiblemente debido a la menor vascularización del órgano. Tras el descubrimiento del problema, las autoridades de salud han formado un comité multidisciplinario para asegurar la atención de los pacientes afectados, mientras intentan garantizar la seguridad en futuros trasplantes. Este incidente podría sembrar el temor entre los receptores de órganos y las personas en lista de espera en un país con uno de los mayores sistemas de salud pública del mundo, donde se han realizado más de 6,700 trasplantes en lo que va del año, aumentado un 10% respecto al año anterior.
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