En las islas de La Palma, Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura, se ha emitido un aviso amarillo debido a las fuertes ráfagas de viento que se esperan, con velocidades que podrían alcanzar los 70 kilómetros por hora. La alerta meteorológica ha sido lanzada como medida de precaución ante las condiciones adversas que podrían afectar tanto a residentes como al sector turístico, ya que estas islas son destinos populares durante todo el año. Las autoridades han recomendado a la población mantenerse informada a través de los canales oficiales y tomar precauciones para evitar incidentes relacionados con estas condiciones climáticas, como volcamientos de objetos o dificultades en el transporte.
Mientras tanto, los servicios de emergencia y protección civil se mantienen en estado de alerta para responder de inmediato ante cualquier situación derivada de estos fenómenos meteorológicos. Las autoridades también han instado a los peatones a extremar precauciones al transitar por calles y espacios abiertos, y a los conductores a moderar la velocidad, especialmente en zonas expuestas al viento como carreteras y puentes. Estas medidas buscan prevenir accidentes y garantizar la seguridad de todos los habitantes y visitantes durante el periodo en que se mantenga activo el aviso amarillo.
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