En la Conferencia de Seguridad de Múnich, el discurso del vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance, ha generado una considerable controversia al cuestionar la salud democrática de Europa y afirmar que la libertad de expresión en el continente está «en retroceso». El ministro de Defensa de Alemania, Boris Pistorius, ha calificado las declaraciones de «inaceptables», rechazando la comparación de Europa con regímenes autoritarios y defendiendo que la democracia europea es capaz de resistir a los extremismos sin oprimir ni silenciar a las minorías. Las palabras de Vance encontraron eco en sectores políticos como el partido Alternativa para Alemania (AfD), que aplaudieron su crítica a Europa por presuntamente silenciar políticas alternativas.
La respuesta no se limitó a Alemania, ya que la ministra de Exteriores, Annalena Baerbock, también criticó las declaraciones de Vance, especialmente su aparente llamado a cooperar con AfD, considerándolo una intromisión en la política interna alemana. Baerbock enfatizó que las decisiones en las elecciones parlamentarias alemanas corresponden únicamente a sus votantes. A su vez, el senador demócrata estadounidense Andy Kim, parte de la delegación estadounidense en Múnich, expresó su preocupación por el enfoque crítico del vicepresidente hacia los aliados de Estados Unidos, advirtiendo que podría ser interpretado por adversarios como una señal de distracción y división interna en Estados Unidos, sin mencionar en su discurso importantes temas de política internacional como Rusia, Ucrania o China.
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