Alemania ha anunciado un incremento significativo en su gasto en defensa, con el objetivo de alcanzar el 3,5% del PIB para 2029, según los planes presentados por el ministro de Finanzas, Lars Klingbeil. Esto representa un aumento considerable del presupuesto militar que elevará la deuda pública del país, actualmente en 2,5 billones de euros. Este cambio se produce en el contexto de la creciente amenaza percibida de Rusia, según explicó el canciller Friedrich Merz, quien afirmó que la seguridad del espacio euroatlántico está en juego. La medida es parte de un compromiso más amplio con la OTAN, cuyo objetivo ahora es llegar a un gasto de defensa del 5% del PIB, una demanda liderada por Estados Unidos en la cumbre de La Haya.
Además de apuntar a fortalecer su ejército convencional, Alemania planea aumentar el número de soldados y mejorar la coordinación a nivel europeo en áreas como adquisición y desarrollo militar. El presupuesto de 2025 contempla 62.400 millones de euros solo para defensa, un aumento significativo respecto al año pasado. La decisión ha sido bien recibida por el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, quien considera vital que otros países sigan el ejemplo alemán para reforzar la capacidad disuasoria de la Alianza. Sin embargo, este esfuerzo conllevará un incremento substancial en la deuda, incluida la generada por inversiones en infraestructuras y medio ambiente, según los créditos especiales aprobados recientemente.
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