Una dirigente chavista se enfrentó a dificultades legales durante un intento de viaje a España, lo que resultó en la cancelación de su visita programada. La líder tenía la intención de hospedarse en un inmueble alquilado anticipadamente, que iba a estar listo para su estadía. Sin embargo, su llegada fue frustrada debido a las restricciones vigentes que le prohíben la entrada a territorio de la Unión Europea. Esta situación ha generado comentarios y críticas en ambos lados del Atlántico, subrayando las tensiones diplomáticas entre las autoridades europeas y el régimen chavista.
El caso destaca las complicaciones derivadas de las sanciones internacionales impuestas a miembros del gobierno venezolano, en medio de la crisis política y económica que persiste en el país sudamericano. La decisión de abortar el viaje no solo revela los retos a los que se enfrentan los funcionarios chavistas en su intento de viajar internacionalmente, sino que también evidencia la firme postura de la Unión Europea respecto a las políticas implementadas por el gobierno venezolano. Este episodio se suma a una serie de incidentes que reflejan un distanciamiento creciente entre Europa y el régimen de Venezuela.
Leer noticia completa en El Mundo.