En una jornada inolvidable, el joven tenista demostró una resiliencia excepcional al conquistar su quinto Grand Slam a los 22 años, tras una agotadora final que se extendió por más de cinco horas. El partido, celebrado en un ambiente eléctrico, lo vio remontar dos sets en contra y salvar tres puntos de partido, para finalmente imponerse con parciales de 4-6, 6-7(4), 6-4, 7-6(3) y 7-6(2). La joven promesa enfrentó momentos críticos, superando a un rival que se mostró implacable durante las primeras etapas del encuentro, pero la capacidad de lucha y la concentración del joven ganador marcaron la diferencia en el desenlace del duelo.
El épico encuentro agregó un capítulo más a la ya impresionante carrera del joven deportista, quien con esta victoria se consolida como una figura destacada en el tenis mundial. La final no solo fue una exhibición de talento individual, sino también una lección de perseverancia y fortaleza mental, que capturó la atención de aficionados y expertos por igual. Los aficionados se mantuvieron en vilo a lo largo del enfrentamiento, siendo testigos de un espectáculo deportivo que será recordado por su intensidad y dramatismo sobre la cancha. Este triunfo subraya el potencial del joven campeón, cuya dedicación y capacidad para superar la adversidad lo colocan en la cúspide de su disciplina.
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