El actual número tres del mundo dominó su primer enfrentamiento en el primer Masters 1.000 de la temporada, logrando una victoria contundente con marcadores de 6-4 y 6-2. En un encuentro que apenas superó la hora de duración, el tenista demostró su superioridad en la cancha, controlando cada set con habilidad y precisión. Su actuación reafirma su posición como uno de los principales contendientes del torneo, en el cual defiende el título logrado el año anterior.
El partido, que atrajo la mirada de aficionados y expertos por igual, se desarrolló sin contratiempos para el campeón defensor, quien mostró una forma física y técnica impecable desde el inicio. Con golpes certeros y un juego estratégico, el número tres del mundo supo manejar la presión y mantener el control frente a su oponente, extendiendo su racha de victorias en este prestigioso certamen. La victoria no solo consolida su figura en la élite del tenis mundial, sino que también envía un claro mensaje a sus rivales sobre su intención de revalidar el título esta temporada.
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