El tenista logró una contundente victoria en los cuartos de final al vencer a Cameron Norrie con parciales de 6-2, 6-3 y 6-3. Este triunfo se atribuye a la recuperación de su devastadora derecha, una habilidad clave que le permitió conquistar el último Roland Garros. Durante el encuentro, mostró un dominio total en la cancha, controlando los peloteos y aprovechando cada oportunidad para imponerse ante su rival británico. La actuación revitaliza sus aspiraciones en el torneo, mostrándolo como un fuerte contendiente para las siguientes rondas.
La victoria no solo refleja su excelente forma física y técnica, sino también su capacidad para adaptarse y superar obstáculos en competencia. El tenista, conocido por su tenacidad y estrategia en el juego, demostró que está preparado para enfrentar desafíos mayores, dejando claro que su ambición por el título sigue intacta. Con este triunfo, avanza a semifinales y aumenta las expectativas sobre su desempeño, convirtiéndose en el centro de atención del torneo al buscar sumar un nuevo trofeo a su prestigiosa carrera.
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