El anuncio de una nueva normativa fiscal ha generado preocupación en diversas regiones de España, afectando a los comercios de Madrid, Comunidad Valenciana, Andalucía, La Rioja, Cantabria, Navarra, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Galicia, Aragón, Asturias y País Vasco. La medida, que busca aumentar la recaudación fiscal, ha sido recibida con reservas por el sector comercial, que teme un impacto negativo en el consumo y en la actividad económica local. Los comerciantes advierten que este ajuste podría llevar a un incremento de precios, disminución de las ventas y, eventualmente, al cierre de algunos establecimientos que ya operan con márgenes reducidos.
La comunidad empresarial ha manifestado su preocupación por la falta de comunicación y consulta previa antes de la implementación de esta normativa, destacando que muchas pequeñas y medianas empresas podrían no estar preparadas para adaptarse a los cambios fiscales propuestos. Ante este escenario, las asociaciones de comerciantes están solicitando al gobierno la apertura de un diálogo para encontrar soluciones que minimicen el impacto negativo al tiempo que se cumplimenten los objetivos fiscales del gobierno. Los representantes del sector siguen esperando que se encuentren alternativas más equilibradas que no comprometan la viabilidad económica de sus negocios.
Leer noticia completa en El Mundo.