En una jornada cargada de simbolismo y tradición, la alcaldesa de Alcalá de Henares, Judith Piquet, ha formado parte de los actos de conmemoración del aniversario de la declaración de la Universidad de Alcalá como Patrimonio Mundial. Bajo el lema «El legado vivo de la Universidad de Alcalá: 525 años de Defensa del Patrimonio», el evento se llevó a cabo en el emblemático Paraninfo de la Cisneriana.
El acto fue conducido por Javier Rivera, profesor emérito de Composición Arquitectónica, y contó con intervenciones de renombre como la de Jesús García Calero, director de ABC Cultural, quien impartió una conferencia titulada «La ciudad de Alcalá y la máquina del tiempo». García Calero, que recientemente publicó «Historia entre ficciones», un libro dedicado a Alcalá de Henares como parte de una serie sobre Ciudades Patrimonio de la Humanidad, enfatizó la riqueza histórica y cultural de la ciudad.
También destacó la presencia de Juan Ramón Romero, director del Archivo Histórico Nacional, cuya participación subrayó la importancia de preservar y difundir el patrimonio documental. La clausura del evento estuvo a cargo de José Vicente Saz, rector de la Universidad de Alcalá, quien manifestó su compromiso con la conservación y promoción del legado histórico de la institución.
Uno de los momentos más destacados fue la presentación de una reedición de la Carta bulada del papa Alejandro VI, documento clave para la creación de un colegio universitario en Alcalá en 1499. Esta reproducción en piel, limitada a 15 ejemplares, simboliza el esfuerzo continuo por conservar el patrimonio cultural de la universidad.
El rector José Vicente Saz entregó a la alcaldesa Piquet uno de estos exclusivos ejemplares, lo que representa la estrecha colaboración entre la Universidad y el Ayuntamiento. En su discurso, Piquet expresó el profundo vínculo que une a los ciudadanos de Alcalá con su universidad, resaltando su relevancia histórica y su prometedor futuro. «Nuestra Universidad y su legado posicionan a Alcalá de Henares como una ciudad de alcance global, y disfrutamos con orgullo de su prestigio mundial», afirmó la alcaldesa, reiterando el compromiso de la comunidad con su insigne institución educativa.
La ceremonia no solo celebró el vasto patrimonio académico e histórico de la Universidad de Alcalá, sino que también reafirmó su papel esencial en el desarrollo cultural y social de Alcalá de Henares, una ciudad que continúa mirando al futuro con confianza y determinación.