En una ceremonia cargada de tradición y solemnidad, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, participó esta mañana en la misa mayor en honor a la Virgen de la Almudena, patrona de la ciudad. La eucaristía, oficiada por el cardenal y arzobispo de Madrid, José Cobo, tuvo lugar en la majestuosa catedral de la capital, congregando a devotos y personalidades del ámbito municipal.
En un gesto que refuerza el vínculo entre la ciudad y su patrona, Martínez-Almeida renovó el compromiso de Madrid con la Virgen de la Almudena mediante la lectura del Voto de la Villa, tradición que data de siglos atrás. En su alocución, el alcalde dedicó un emotivo primer ruego a los afectados por las recientes riadas en Levante y el sur del país, expresando la solidaridad de Madrid con aquellos que sufren: “Que sientan el aliento, el cariño y la ayuda de todo el país, especialmente de su capital, en este momento de dura prueba para aquella tierra que Madrid siente tan cercana y tan querida”.
El alcalde también dirigió sus plegarias al rey, destacando la importancia de su figura como símbolo de unidad nacional, en un momento de especial significancia al cumplirse el décimo aniversario de su coronación. Asimismo, en un contexto de polarización política, Martínez-Almeida pidió a la Virgen por el fin de las disputas estériles que puedan desviar la atención del progreso de la ciudad. Subrayó la responsabilidad de atender a los más vulnerables, en particular a los mayores, instando a que “los que menos tienen sean el objeto preferencial de nuestros desvelos”.
El compromiso con las tradiciones y el medio rural también formó parte de sus ruegos, reconociendo su importancia como base de la riqueza y cultura españolas. En un mensaje de esperanza y futuro, el alcalde expresó su deseo de que Madrid siga siendo “un lugar amable para todos”, enfatizando la vocación de servicio de la capital hacia el resto del país con “humildad y generosidad constantes”.
Los eventos tradicionales no solo son una oportunidad para la reflexión religiosa, sino que también ofrecen un espacio para la cohesión social y la reafirmación de los valores compartidos por la comunidad. Varios miembros del equipo de Gobierno, junto con representantes de los distintos grupos municipales, estuvieron presentes en la ceremonia, reflejando la importancia de estos rituales en el tejido cívico madrileño.