La explanada de la ermita del Val se prepara para recibir una celebración que ha cobrado vida con el paso de los años: la Fiesta del Hornazo Alcalaíno. Este evento, que tendrá lugar el próximo 21 de abril en Lunes de Pascua, fue presentado por la teniente de alcaldesa y concejala de Turismo, Isabel Ruiz Maldonado, junto al concejal de Fiestas y Tradiciones Populares, Antonio Saldaña. Ambos destacan la importancia de preservar y promover las tradiciones locales.
La fiesta, abierta a todos los ciudadanos de Alcalá, revive una costumbre antigua que la comunidad ha abrazado nuevamente con entusiasmo. Entre las entidades colaboradoras se encuentran el Restaurante Imaginario Plademunt, a cargo de Iván Plademunt, la Asociación de Vecinos del Val y la Asociación Cultural Hijos y Amigos de Alcalá.
El epicentro de la celebración será el Hornazo, un bollo dulce típico de Semana Santa, característico por su forma redondeada y los huevos cocidos adornados con tiras de masa en forma de cruz. La jornada ofrecerá a los asistentes la oportunidad de disfrutar de una degustación popular que incluirá Hornazo Alcalaíno, chocolate y vino dulce. La participación alcanza otro nivel con la sugerencia de llevar merienda para compartir, fomentando así la convivencia y el espíritu comunitario.
Las actividades no se centrarán solo en la gastronomía; juegos infantiles, música y baile amenizarán el día. Actuarán el Grupo de Dulzainas del Centro de Castilla y León, el Grupo Quintería de la Casa Regional de Castilla La Mancha, el Grupo de Dulzainas de Alcalá, la Asociación Pliego de Cordel y la Escuela de Baile de Belén Rodríguez, entre otros.
La festividad se complementará al día siguiente, 22 de abril, con un taller de elaboración del Hornazo en el Restaurante Imaginario Plademunt. Este taller, programado para las 20 horas, enriquecerá la comprensión de este legado culinario local. Los interesados deberán inscribirse antes de las 14 horas del mismo día.
Isabel Ruiz Maldonado subrayó el retorno de esta tradición como un éxito enraizado en el esfuerzo de diversas entidades y personas. “Esta tradición ha venido de nuevo para quedarse», comentó, enfatizando la naturaleza dulce del hornazo alcalaíno, en contraste con las variantes saladas de Castilla, y su simbolismo como una torta de Pascua que indica el fin de la cuaresma.
Por su parte, Antonio Saldaña agradeció la dedicación del tejido social y asociativo de la ciudad que ha sido crucial en la recuperación de estas tradiciones populares. Saldaña destacó el hornazo como ejemplo de colaboración exitosa y compromiso cívico, dejando claro que sin el respaldo de los ciudadanos, estas celebraciones no lograrían el mismo nivel de éxito año tras año.
La Fiesta del Hornazo Alcalaíno promete no solo ser una fiesta para los sentidos, sino también una reafirmación del valor de las tradiciones compartidas, iluminando cómo el espíritu comunitario puede revivir viejas costumbres para enriquecer la vida moderna.