El Ayuntamiento de Alcalá de Henares ha dado un paso significativo hacia la sostenibilidad con la instalación de 90 nuevos contenedores marrones destinados a la recogida de residuos orgánicos. Estas unidades, financiadas por los fondos Next Generation, son una innovación en accesibilidad, permitiendo aperturas sin contacto y adecuadas para personas con movilidad reducida. El objetivo principal es facilitar el reciclaje desde los hogares y promover una urbe más limpia y ecológica.
La separación de residuos orgánicos en el hogar es un pequeño gesto con un gran impacto ambiental. Restos de comida, cáscaras y servilletas pueden convertirse en compost, disminuyendo su llegada a los vertederos y reduciendo así las emisiones contaminantes. Este proceso no solo cierra el ciclo natural de los recursos, sino que también transforma los desechos en nutrientes para la agricultura.
Vicente Pérez, concejal de Medio Ambiente y Limpieza, destaca el valor de esta iniciativa: “Separar los residuos orgánicos en casa es un gesto pequeño con consecuencias muy positivas para el conjunto de la ciudad. Facilitar el reciclaje es también educar en valores”. Estos nuevos puntos de recogida son el reflejo de un futuro ya presente, en el que se recicla no solo para reducir residuos sino también para regenerar recursos.
El método para reciclar materia orgánica es sencillo y accesible. Solo se necesita un cubo aireado y bolsas compostables. Este hábito diario contribuye a mejorar la calidad del aire, prevenir malos olores y generar abono natural. Los contenedores están estratégicamente ubicados en todos los barrios y cuentan con un sistema de cierre con llave, garantizando un uso responsable.
Para participar en el programa «Recupera la Orgánica», los interesados deben inscribirse a través de un formulario online. Una vez inscritos, pueden recoger la llave y el cubo en la Concejalía de Medio Ambiente o en cualquier Junta Municipal de Distrito. Como en otros sistemas de reciclaje, es importante que los residuos se depositen en bolsas cerradas para evitar suciedad y olores desagradables.
Los contenedores marrones aceptan una variedad de residuos orgánicos como restos de frutas y verduras, cáscaras de huevo, así como restos de carne y pescado. Sin embargo, no deben contener plásticos, metales, vidrio o productos de higiene, entre otros.
Este sistema ya ha permitido transformar más de 600 toneladas de residuos en compost, mejorando la eficiencia en el tratamiento de residuos y reduciendo los costes municipales.
El proyecto refuerza el compromiso del Ayuntamiento de educar en valores y fomentar la participación ciudadana en prácticas sostenibles. Facilitar el reciclaje es una herramienta para alcanzar los objetivos europeos de sostenibilidad y asegurar un entorno más saludable. Cuantos más vecinos participen, mayores serán los beneficios para el medio ambiente y la comunidad.
