El expresidente argentino Alberto Fernández ha sido citado para comparecer ante la justicia el 4 de febrero, tras haber sido acusado de violencia de género contra su expareja, Fabiola Yañez. La fiscalía argentina ha presentado cargos por lesiones y amenazas, en un caso que se ha desarrollado durante un periodo de supuesta violencia persistente y con testigos que corroboran la acusación. Fernández, que había logrado postergar anteriores declaraciones a través de maniobras legales, verá ahora cómo el juez Julián Ercolini decidirá si avanza hacia un procesamiento formal después de la indagatoria. La supuesta violencia, que incluye tanto daños físicos como psicológicos y económicos, se extiende desde el inicio de la relación en 2016 hasta la actualidad, reflejando una preocupante dinámica de poder desigual.
La investigación que llevó a descubrir estas acusaciones surgió durante otra causa judicial por presuntas irregularidades en la contratación de pólizas de seguros durante la administración de Fernández. Mensajes y fotografías encontrados en el teléfono de la exsecretaria del presidente revelaron detalles escalofriantes de la situación de Yañez, quien afirma que el hostigamiento por parte de Fernández persiste, afectando incluso a su hijo en común, de dos años y medio. Mientras el expresidente espera su comparecencia en los tribunales de Buenos Aires, el caso ha acaparado la atención pública por las serias acusaciones y por el potencial de una pena significativa que podría alcanzar hasta 18 años de prisión si se confirma su culpabilidad.
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