El gobernador de Alaska, Mike Dunleavy, ha emprendido una ambiciosa misión para atraer importantes inversiones tecnológicas al estado, aprovechando sus recursos naturales únicos para posicionarlo como un centro crucial para la instalación de centros de datos. En busca de este objetivo, ha iniciado conversaciones con gigantes tecnológicos como Amazon, Meta, y Microsoft, con la esperanza de que estos líderes de la industria consideren a Alaska como sede para sus futuros proyectos de infraestructura de datos.
Dunleavy ha destacado la ventaja competitiva que poseen debido al entorno natural del estado, que incluye una abundante disponibilidad de agua fresca y temperaturas frías ideales para la operación de estos centros, lo que reduce significativamente los costos de refrigeración. Durante los recorridos junto a Switch, un reconocido operador de centros de datos con sede en Las Vegas, ya se han explorado posibles ubicaciones en Fairbanks y Anchorage.
Sin embargo, no todo es fácil para el estado más grande de Estados Unidos. Alaska enfrenta desafíos energéticos considerables, particularmente la falta de electricidad adicional en las áreas urbanas, lo que ha llevado a las autoridades a contemplar el desarrollo de infraestructuras complementarias. Este impulso por parte del gobernador también busca revitalizar un ambicioso proyecto: la construcción de un gasoducto que conectaría los centros urbanos con los yacimientos petrolíferos de North Slope, proporcionando así una solución a la escasez energética.
Dunleavy sostiene que la llegada de estas inversiones no solo impulsaría el desarrollo tecnológico, sino que también mejoraría la estabilidad económica al potenciar las fuentes de energía renovable del estado, como la eólica y la hidroeléctrica, alineándose con los objetivos de sostenibilidad de las tecnológicas. Por ejemplo, Microsoft ha manifestado su compromiso de ser carbono negativa para 2030, lo cual refuerza el atractivo del proyecto.
La mejora en la conectividad, gracias a nuevas infraestructuras como el cable submarino de la red Aleutians Fiber de GCI, también apoya esta iniciativa. Con la creciente demanda de procesamiento de datos debido al auge de la inteligencia artificial, la necesidad de infraestructuras de centros de datos es más crucial que nunca.
No obstante, la propuesta ha despertado reacciones mixtas. Hay quienes defienden el proyecto como una oportunidad para aprovechar mejor los recursos del estado, mientras que otros, como el Alaska Public Interest Research Group, cuestionan la viabilidad económica de los planes a largo plazo, resaltando que los centros de datos por sí solos no justificarían el elevado coste de construcción del gasoducto.
A pesar de las opiniones divididas, el gobernador Dunleavy sigue firme en su visión de convertir a Alaska en un bastión tecnológico de Estados Unidos. Con el respaldo de figuras como Ethan Berkowitz, exalcalde de Anchorage, quien ve esto como una posibilidad para revitalizar la economía del estado, el camino hacia el futuro para Alaska se perfila lleno de oportunidades y desafíos en igual medida. A medida que las negociaciones avanzan, el atractivo natural y las promesas de avances tecnológicos pintan un panorama optimista para lo que podría convertirse en un componente clave de la infraestructura de datos del país.