La gripe aviar, en su cepa H5N1, ha desatado una alarma global al ocasionar la muerte de más de 300 millones de aves en 108 países. Expertos de la Organización de las Naciones Unidas advierten que su propagación entre diferentes especies se intensifica. Durante una reciente conferencia, el doctor Madhur Dhingra, representante de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), señaló que el virus ya ha alcanzado a la fauna silvestre, afectando a más de 500 especies de aves y al menos 70 de mamíferos. Entre estas se incluyen especies amenazadas como el cóndor de California y los osos polares.
La situación es especialmente preocupante para la seguridad alimentaria. En muchas regiones donde las aves de corral son una fuente principal de proteínas, la propagación del virus ha afectado los medios de sustento de millones de personas. Esto representa un desafío económico significativo para los agricultores, que ahora enfrentan dificultades para implementar medidas de bioseguridad efectivas.
La aparición de la cepa H5N1 en el ganado lechero ha motivado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a reforzar su llamado a mejorar la vigilancia y bioseguridad en granjas, con el objetivo de proteger tanto a animales como a personas. En 2024, se registraron 76 casos de infección por la cepa H5, mayormente en trabajadores agrícolas. Estados Unidos ha liderado con más de 60 casos detectados, seguidos por brotes en Australia, Canadá, China, Camboya y Vietnam.
A pesar del temor creciente, la doctora Maria Van Kerkhove, encargada de Gestión de Amenazas Epidémicas y Pandémicas de la OMS, asegura que el riesgo de infección para la población general es bajo. No obstante, para aquellos trabajadores en contacto con animales infectados, este riesgo varía de bajo a moderado, dependiendo de las medidas de protección adoptadas. Hasta este momento, no hay reportes de transmisión del virus entre humanos, ni indicios de que el virus haya evolucionado para propagarse de persona a persona.
La doctora Van Kerkhove recalca la importancia de mantener la vigilancia y no caer en la complacencia, ya que el virus puede evolucionar rápidamente. Subraya que cada caso humano debe ser investigado con detenimiento y promueve el consumo de leche pasteurizada como medida preventiva. En esta lucha constante contra la gripe aviar, adoptar un enfoque de «Una sola salud» es fundamental, integrando esfuerzos a nivel global, nacional y local para reducir el riesgo en animales y humanos por igual.