Alaa Abd El Fattah ha recobrado su libertad y se encuentra de nuevo con su familia tras seis años en prisión. La noticia de su indulto, otorgado por el presidente egipcio Abdel Fattah al-Sisi el pasado 22 de septiembre, fue motivo de celebración para quienes han seguido de cerca su caso. Videos difundidos por la BBC muestran a Alaa bailando con sus seres queridos en su hogar en El Cairo, abrazando a su madre, Laila, y a su hermana, Sanaa.
Mona Seif, otra de sus hermanas, compartió su emoción en redes sociales, destacando la amabilidad de un día largamente esperado por la familia. Durante la última década, Alaa ha pasado la mayor parte del tiempo encarcelado, principalmente por sus opiniones expresadas públicamente. Su lucha comenzó en 2014, cuando fue sentenciado a quince años acusado de violar la ley de protestas y agredir a un oficial de policía. Tras un recurso, se le concedió un nuevo juicio que redujo su pena a cinco años. Aunque fue liberado en 2019 bajo ciertas restricciones, una redada en 2019 lo llevó de nuevo a prisión por supuestamente difundir noticias falsas y pertenecer a una organización terrorista.
Amnistía Internacional ha denunciado las condiciones inhumanas que Alaa soportó, incluyendo la falta de acceso a abogados y atención médica adecuada. Su madre, en solidaridad, llevó a cabo una huelga de hambre durante 287 días, lo que puso en riesgo su salud, hasta que decidió interrumpirla por compromisos de funcionarios británicos respecto a la liberación de su hijo.
La batalla por Alaa no fue solitaria. Una coalición de organizaciones de derechos humanos, parlamentarios británicos y personalidades públicas demandaron su libertad. El respaldo internacional fue decisivo, subrayado por la declaración de la ONU que calificó su detención como ilegal.
Ahora, mientras la familia celebra su liberación, se mantienen preocupaciones sobre su futuro. Se busca facilitar el reencuentro con su hijo Khaled en el Reino Unido y seguir trabajando por la liberación de otros detenidos por expresar sus ideas. La historia de Alaa representa una lucha por la libertad de expresión y el fin de las detenciones arbitrarias, un tema que aún resuena en Egipto y el mundo.