El Al-Hilal de Arabia Saudí sorprendió al eliminar al Manchester City de Pep Guardiola en el Mundial de Clubes, un resultado que refuerza el impacto de las grandes inversiones saudíes en el fútbol mundial. Este logro llega después de un empate con el Real Madrid, posicionando al club, respaldado por el millonario Fondo de Inversión Pública saudí, como un competidor serio. La estrategia de adquisiciones del gobierno saudí incluye a jugadores de renombre como Cristiano Ronaldo, Karim Benzema y Riyad Mahrez, y busca mimetizar estilos de juego europeos exitosos, como lo demuestran sus contratos con entrenadores de élite. Simone Inzaghi, nuevo técnico del Al-Hilal, fue contratado por 26 millones de euros anuales, poco antes del torneo, tras dirigir al Inter de Milán.
El triunfo del Al-Hilal refleja un cambio en el equilibrio del fútbol global, evidenciado por su férrea competencia contra el Manchester City, utilizando contragolpes que desarmaron a la defensa británica. Jugadores como Milinko-Savic, pieza clave en las transiciones rápidas, y la calidad de fichajes como Malcom y Marcos Leonardo, destacan la nueva realidad competitiva y económica saudí. Al llegar a los cuartos de final, el equipo sigue avanzando, desafiando a clubes tradicionales y sugiriendo una reducción de las brechas futbolísticas entre mercados. Con una rica historia de influencias brasileñas y apoyo de la casa real, Al-Hilal está listo para mostrar que su ascenso no es solo momentáneo, sino una señal de un cambio duradero en el mundo del fútbol.
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