Chile avanzará al horario de verano la medianoche del sábado 7 de septiembre, adelantando los relojes una hora en gran parte del territorio, excluyendo la región de Magallanes y la Antártica. Este ajuste, regulado por el decreto 224, modificará las rutinas diarias de estudiantes y trabajadores, quienes deberán adaptarse a amaneceres más tardíos y noches más cortas. Para facilitar el cambio, la mayoría de dispositivos electrónicos ajustarán automáticamente la hora, aunque también puede hacerse manualmente. Este horario se mantendrá hasta el primer fin de semana de abril de 2025, cuando se retornará al UTC-4. La práctica, iniciada en 1968 para ahorrar energía, sigue en evaluación por sus posibles efectos en la salud y la seguridad.
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