Aitor Esteban ha asumido la presidencia del Partido Nacionalista Vasco (PNV) con un firme compromiso hacia los valores democráticos y los derechos humanos, situándolos por encima de cualquier ideal nacionalista. En el acto celebrado en el frontón Atano III de San Sebastián, Esteban enfatizó la importancia de estos principios frente al creciente autoritarismo en Occidente. Ante los 1.800 afiliados presentes, el nuevo líder subrayó que «no hay patria que valga la negación de derechos humanos» y apeló a la unidad dentro del partido, afirmando que «¡no hay dos almas en el PNV, hay 22.000!», en clara referencia a la totalidad de los afiliados. Su discurso marcó el cierre de un período de divisiones internas, destacando que «la insidia y la deslealtad» no tendrán cabida en su mandato, abogando por la ejemplaridad, la honradez y la humildad como pilares de su liderazgo.
En su hoja de ruta, Esteban se ha comprometido a impulsar el autogobierno vasco, priorizando el consenso amplio y buscando superar los obstáculos estatales con «mayorías reforzadas». Reafirmó que el PNV defenderá su agenda de autogobierno sin caer en presiones externas, mencionando que «el PNV es el referente, no va a remolque de nadie». Además, hizo hincapié en la importancia de una Europa fuerte ante los cambios geopolíticos, instando a que el partido participe activamente en la construcción europea. Internamente, Esteban planteó la necesidad de conectar más con la sociedad, mejorar la coordinación y agilizar la toma de decisiones, reafirmando su compromiso de potenciar la participación de la militancia, con un enfoque particular en aumentar el papel de la mujer en el partido desde el primer día de su mandato.
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