El aire acondicionado se ha convertido en un elemento esencial para hacer frente a las altas temperaturas que caracterizan los meses de verano en España. Con la llegada del 2025, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) anticipa un verano especialmente caluroso, sugiriendo que la canícula podría ser más intensa que en años anteriores. Este clima extremo se ha reflejado en récords históricos, como el de junio, que ha sido el más cálido en más de un siglo, alcanzando temperaturas de hasta 44 grados. En este escenario, el uso del aire acondicionado, aunque necesario para mantener el confort, también incrementa significativamente las facturas de electricidad, planteando un dilema para muchos hogares.
Para mitigar los costos, expertos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) abogan por el uso de medidas pasivas de protección solar, como las persianas exteriores. Estas soluciones no solo aportan un ahorro energético de hasta un 30%, sino que actúan como aislantes térmicos, evitando que el aire acondicionado se pierda por las ventanas. Instalar persianas adecuadas no solo es un paso hacia la eficiencia energética, sino que también puede reducir el exceso de gasto en climatización. Además, se advierte sobre la importancia de asegurar que las instalaciones de las persianas estén bien selladas, dado que cualquier fuga térmica puede resultar en un desperdicio significativo de energía.
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