En los últimos meses, se ha observado un preocupante aumento en los ataques dirigidos hacia profesiones esenciales en el ámbito de la salud y la seguridad. Psicólogas, personal sanitario y funcionarias de vigilancia se han convertido en el blanco de situaciones perturbadoras que amenazan su bienestar y, por extensión, el cumplimiento de sus labores. Estos incidentes han generado un alerta en las instituciones respectivas, intensificando el llamado a medidas de protección más robustas y efectivas en el entorno laboral.
Las autoridades, junto con organizaciones profesionales, están investigando la raíz de estas situaciones para implementar soluciones que garanticen un ambiente seguro. Al mismo tiempo, se están desarrollando estrategias de prevención que buscan no solo responder a los incidentes, sino también anticipar potenciales amenazas. Este fenómeno ha resaltado la necesidad urgente de reforzar los protocolos de seguridad, especialmente en sectores donde el estrés y la carga emocional ya son altos.
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