Una tensa disputa contractual entre la aerolínea más grande de Canadá y el sindicato que representa a 10.000 auxiliares de vuelo se intensificó el viernes, luego de que el grupo sindical rechazara la propuesta de someter el conflicto a un arbitraje dirigido por el gobierno. La negativa del sindicato a esta solicitud evidencia la creciente tensión en la negociación, que ha generado preocupación tanto en los trabajadores como en los pasajeros sobre posibles interrupciones en el servicio.
La empresa busca resolver el impasse mediante un arbitraje gubernamental, una medida que generalmente busca evitar huelgas o prolongadas paralizaciones laborales. Sin embargo, el sindicato argumenta que esta opción podría limitar su capacidad de negociación y afectar los derechos laborales de sus miembros. A medida que las discusiones se estancan, crece la incertidumbre sobre el futuro inmediato de los vuelos y las operaciones de la aerolínea, aumentando la presión sobre ambas partes para encontrar una solución viable.
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