El aumento constante en el precio del combustible se ha convertido en una preocupación para muchos conductores, quienes buscan estrategias para optimizar su consumo. Un método peculiar que ha resonado entre los automovilistas es el desafío de conducir sin derramar agua de un recipiente colocado en el asiento del copiloto. Esta técnica no solo promueve la atención al volante, sino que también evalúa la suavidad en el manejo, pues el desbordamiento del agua se considera un indicativo de aceleraciones y frenazos inadecuados, que a menudo llevan a un mayor gasto de combustible.
Además de este curioso truco, existen otras recomendaciones prácticas para facilitar el ahorro de gasolina. Mantener el vehículo en el garaje durante las olas de calor puede evitar el uso excesivo del aire acondicionado al iniciar, y liberar el maletero de objetos innecesarios puede contribuir significativamente a reducir el peso del automóvil. Estos simples ajustes no solo mejoran la eficiencia del consumo, sino que también pueden ofrecer un respiro en el bolsillo de los conductores.
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