El Congreso de Aguascalientes aprobó recientemente dos polémicas medidas que han generado un acalorado debate en la entidad. Por un lado, en un intento de preservar elementos tradicionales de la cultura local, los legisladores declararon a las corridas de toros y las peleas de gallos como Patrimonio Cultural, Económico y Social de la Feria de San Marcos, una celebración con casi dos siglos de historia. Esta decisión fue respaldada por 26 votos a favor de representantes de diversos partidos políticos, excepto del Partido Verde, cuya única representante se ausentó durante la votación. Las medidas han sido vistas como una afrenta a disposiciones previas de la Suprema Corte, que había determinado que únicamente la Federación puede declarar patrimonios culturales inmateriales.
Simultáneamente, y en contraste con la celebración de la tauromaquia, el mismo Congreso optó por prohibir la interpretación de narcocorridos en la feria, al considerar que estos fomentan la violencia y alteran el orden social. Esta medida, que entrará en vigor justo antes del inicio del evento, fue más controvertida y recibió 6 votos en contra de un total de 26. La gobernadora Teresa Jiménez expresó su satisfacción por la prohibición, subrayando la necesidad de promover una cultura de paz y respeto en el estado. Sin embargo, la imposición de posibles penas de prisión para quienes incumplan con la norma ha suscitado críticas de ciertos sectores, que argumentan que dicha restricción atenta contra la libertad de expresión. Mientras Aguascalientes se prepara para la Feria de San Marcos, las conversaciones sobre el rumbo cultural y social de la entidad continúan siendo un tema candente en la agenda pública.
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