En una tarde llena de expectativas en la plaza de toros, las emociones fueron contenidas al finalizar la jornada sin trofeos mayores, a pesar de los esfuerzos entregados por los toreros en el ruedo. El lote presentado por Victoriano del Río fue considerado el peor de la jornada, lo que puso a prueba la destreza de los matadores. El onubense dejó una fuerte impresión con uno de los toros, mostrando valentía y técnica, pero no logró resolver su faena con el otro ejemplar que le tocó lidiar.
Por otro lado, el sevillano tuvo la oportunidad de enfrentarse al mejor toro de la tarde, pero su actuación quedó a medias, sin poder conectar completamente con el público ni el animal. A pesar de las dificultades y del material con el que contaron, ambos toreros lograron cortar una oreja cada uno, un reconocimiento a su esfuerzo y dedicación en el ruedo a pesar de las adversidades. La tarde dejó reflexiones sobre la calidad del ganado y el compromiso de los diestros para enfrentarse a estas circunstancias.
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