El caso del periodista hispano-ruso Pablo González, conocido también como Pavel Rubtsov, aún no se cierra en Polonia, donde enfrenta una acusación de espionaje para el GRU ruso basada en información de la inteligencia ucraniana. Arrestado en febrero de 2022, ha pasado más de dos años en prisión preventiva en Radom. Aunque fue incluido en un intercambio de prisioneros entre Rusia y Occidente, la Fiscalía polaca continuará con la acusación, que podría llevarle a cadena perpetua si fuera condenado. La prolongada detención ha sido criticada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, señalando un problema estructural en Polonia.
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