En un reciente fallo judicial que establece un precedente significativo en las reclamaciones por pérdida de equipaje, una aerolínea portuguesa ha sido ordenada a indemnizar con 1.500 euros a un pasajero afectado. Este caso, gestionado por reclamador.es, una empresa de servicios legales online, destaca la importancia del Convenio de Montreal en la determinación de compensaciones máximas, que en este caso se acercan al límite de 1.600 euros establecido por el convenio.
La situación subraya la complicada naturaleza de las reclamaciones de equipaje, ya que el Convenio de Montreal no fija cifras exactas, sino que establece topes que las aerolíneas a menudo intentan interpretar en su favor, llevando a muchos pasajeros a buscar resolución en los tribunales. Según Jorge Ramos, abogado de reclamador.es a cargo del caso, la aerolínea intentó argumentar que el plazo para reclamar incidencias era de 21 días, similar al del Parte de Irregularidad de Equipaje (P.I.R.), cuando en realidad, según el fallo judicial, el plazo es de dos años.
Este malentendido por parte de la aerolínea resalta la relevancia de comprender los derechos de los pasajeros. En casos de pérdida de equipaje, se debe conceder el monto máximo del Convenio, incluso en ausencia de facturas, salvo que el equipaje se recupere y su estado pueda ser comprobado. Este fue el caso de un pasajero de 50 años de Donostia, quien perdió su equipaje en un vuelo entre Madrid y Lisboa el pasado 17 de noviembre de 2023, viéndose obligado a adquirir artículos de primera necesidad.
La presentación del P.I.R. es crucial para el proceso de reclamación, que debe realizarse dentro de un lapso de 21 días en casos de retraso o pérdida, y de 7 días para daños. Las reclamaciones pueden también ser gestionadas mediante formularios en línea o correo electrónico, siempre que se notifique en el tiempo estipulado.
Reclamador.es insiste en la importancia de que los pasajeros ejerzan sus derechos en situaciones similares y no se dejen desanimar por las respuestas negativas de las aerolíneas. Es fundamental que las reclamaciones se presenten dentro de dos años desde la incidencia para asegurar el reconocimiento de los derechos de los consumidores. Este caso refuerza la necesidad de conciencia y acción frente a problemas de equipaje, asegurando que los pasajeros reciben una compensación justa conforme a las normativas internacionales vigentes.