La gestora del aeropuerto ha prohibido desde esta noche que personas sin hogar pernocten en la Terminal 4, argumentando la reciente apertura de un centro de acogida municipal. Esta medida busca reubicar a quienes han encontrado refugio provisional en el aeropuerto, redirigiéndolos hacia instalaciones diseñadas específicamente para atender sus necesidades. Sin embargo, la decisión ha generado preocupación entre algunos de los afectados, quienes no están convencidos de que el nuevo centro pueda ofrecer una solución adecuada a largo plazo.
María del Carmen, de 67 años, es una de las personas que han pasado las noches en la T-4 desde hace tiempo. Desconcertada por el cambio, expresa su preocupación al afirmar que «me tienen que dar una solución», reflejando la incertidumbre y el temor de quienes dependen de la seguridad y el cobijo que habían encontrado en el aeropuerto. La situación plantea desafíos para las autoridades locales, que deben garantizar que las personas sin hogar tengan acceso a recursos y servicios esenciales mientras se implementan cambios destinados a mejorar sus condiciones de vida.
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