La terapia con ventosas, una práctica milenaria, ha ganado popularidad en los últimos años gracias a figuras públicas y gurús que promueven sus supuestos beneficios para la salud. Sin embargo, expertos advierten sobre los riesgos asociados con esta técnica. Dos recientes informes han señalado que la terapia puede provocar efectos adversos, como quemaduras, hematomas e incluso infecciones si no se realiza de manera adecuada. Además, destacan la falta de evidencia científica sólida que respalde las múltiples bondades atribuidas a este tratamiento, que van desde la mejora de problemas musculares hasta beneficios circulatorios y de detoxificación.
La comunidad médica urge a los consumidores a ser cautelosos y a no dejarse influenciar por promesas no verificadas. Las autoridades sanitarias recomiendan buscar información de fuentes confiables y consultar a profesionales de la salud antes de optar por terapias alternativas. Este llamado a la precaución llega en un momento en que la búsqueda de métodos no convencionales de tratamiento está en auge, impulsada en parte por el interés creciente en enfoques naturales y holísticos para el bienestar personal.
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