La reciente revelación acerca de la filtración del comunicado sobre González Amador ha generado una ola de interrogantes en torno a la transparencia en la comunicación de la oficina de García Ortiz. La directora de Comunicación ha confirmado a través de un portavoz que el documento en cuestión llegó primero a manos de El País antes de ser difundido públicamente. Esta admisión ha desencadenado críticas sobre el manejo interno de la información y la posible preferencia en el acceso a los medios, poniendo en tela de juicio la ética comunicativa de la institución.
Este incidente ha suscitado una variedad de reacciones tanto en el ámbito mediático como entre el público, quienes ahora cuestionan la imparcialidad y la forma en que se compartieron los detalles delicados sobre González Amador. La filtración, y la aceptación de la misma por parte de la directora de Comunicación, podrían tener repercusiones a largo plazo para el equipo de García Ortiz, afectando su credibilidad y la confianza en el manejo de información confidencial. Mientras tanto, se espera que se realice una investigación más profunda para esclarecer los hechos y determinar posibles responsabilidades internas.
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