Un trágico incidente en París ha conmocionado a la opinión pública tras la muerte de un adolescente de 14 años, quien fue apuñalado durante un intento de robo de su móvil por dos menores de 16 y 17 años. El ataque se produjo en el distrito XIV de la capital francesa a las 20:00 horas del viernes, cuando la víctima se resistió a entregar su teléfono. La policía detuvo a los dos presuntos agresores, ambos con antecedentes por robos violentos, quienes ahora enfrentan cargos por la muerte del joven, que ocurrió al mediodía del sábado a consecuencia de una puñalada en el hombro.
Este lamentable episodio ha sido un catalizador para la intensificación del discurso sobre la seguridad en Francia. El ministro del Interior, Bruno Retailleau, expresó su horror ante la «violencia gratuita» del incidente, y reiteró su compromiso con una política de mano dura para combatir el incremento de la delincuencia juvenil. Retailleau, quien asumió el cargo recientemente, subrayó la necesidad de un esfuerzo colectivo para erradicar lo que él describe como una «cultura de la excusa» que fomenta la sensación de impunidad entre los jóvenes, destacando que enfrentar este desafío requerirá la movilización de todos los sectores de la sociedad.
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