La Administración de Donald Trump ha dado un giro inesperado al anunciar que restablecerá el registro de visado para miles de estudiantes extranjeros cuyos permisos habían sido cancelados previamente por supuestas infracciones, la mayoría de ellas menores o inexistentes. Esta decisión respondía a una ola de demandas y vetos judiciales que cuestionaban la medida. Al no figurar en el registro, los estudiantes se enfrentaban al riesgo de deportación, lo que generó una gran incertidumbre en las universidades y centros de estudio, dejando a muchos sin poder asistir a clases o completar sus cursos. El Departamento de Justicia ha detallado que la agencia de control de inmigración y aduanas (ICE) está trabajando en una nueva política para los visados de estudiantes extranjeros, asegurando que mientras tanto no se cancelará el permiso de estancia por faltas leves.
Este anuncio, sin embargo, no afectará a aquellos estudiantes cuyos visados fueron revocados por razones que la Administración Trump asocia con riesgos para la seguridad nacional, como la participación en ciertas manifestaciones. Cerca de 1,1 millones de estudiantes extranjeros están incluidos en el registro SEVIS, que monitorea el cumplimiento de las condiciones de sus visados. Desde el inicio del mandato de Trump, se han removido más de 4,700 expedientes. A pesar de la presión judicial, la portavoz del Departamento de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin, aclaró que los visados cancelados no se restablecerán, y el ajuste solo contempla a quienes no se les haya anulado el permiso. Esta rectificación provisional pretende aliviar la psicosis académica mientras se desarrolla una nueva política sobre estas cancelaciones.
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